En el mundo rural existe una convivencia entre animales y personas. Cada uno desempeña su papel en esta relación. Somos de vital importancia tanto unos como otros, todos cumplimos nuestra función.
Cuando vivimos en tan intimo contacto con la naturaleza es cuando nos damos cuenta de que la vida no sería posible sin esta inter-relación.
Cada día que paso en Cerro Caña y entre estos paisajes me sorprende alguna que otra anécdota, descubro siempre algo nuevo y me sigo maravillando de este entorno que nos acoge.
Aquí os dejo un pequeño video de dos compañeros de viaje en Cerro Caña. Y una anécdota curiosa: Cañita es una cerdita vietnamita que vive con nosotros, es alegre, juguetona y muy cariñosa. Ingrid es una gallina japonesa. Hace unos días se murió el gallo, la pareja de Ingrid. Ella se quedó muy triste, no quería comer, acostada todo el día bajo unas matas de romero. Pero llegó Cañita y nos dimos cuenta que cuando la cerdita se acercaba a ella, la gallina salía a comer, paseaba de un lado a otro e incluso se acostaba al lado de Cañita. ¿Sorprendente no? La naturaleza y la vida animal es sorprendente en sí. ¡Qué lo disfrutéis!
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