Os voy a presentar una receta básica y sencilla para hacer hamburguesas de lentejas. Hay una gran variedad de combinaciones para hacer hamburguesas vegetales.
Es una mezcla de alimentos vegetales a los que damos forma redonda u ovalada, los aplanamos y cocinamos, ya sea en una sartén, horno, parrilla, etc
Se pueden mezclar verduras, legumbres, cereales, frutos secos, frutas, leches vegetales, etc.
Las verduras le dan sabor y color, mientras que las legumbres consistencia y textura. Los cereales, sirven para aglutinar. Las leches vegetales o caldos, le dan cremosidad a la masa, con el pan rallado conseguimos aglomerar y el aceite evita que se pegue. Como veis, cada elemento tiene su función.
Como en todas las masas, el truco está en encontrar una buena consistencia para que quede jugoso, para encontrar un equilibrio en la mezcla adecuado. Un poco de práctica y seguro que lo consigues!!
Os explico ahora la receta de hoy. Esta receta es ideal para esos días que nos sobran lentejas del guiso que hicimos y no sabemos qué hacer con ellas. Yo las hice esta semana con un poco de trigo sarraceno.
Ingredientes:
500 gr de lentejas cocidas
2 dientes de ajo
1 cebolla pequeña
Sal marina (o del himalaya)
Pimienta recién molida
Una pizca de pimentón rojo dulce
Preparación:
Escurrir bien las lentejas para eliminar todo lo posible el caldo. Después he apartado como 200 gr. Con el resto, lo he puesto en un bol con los dientes de ajo y la cebolla. Procesar a baja velocidad con la batidora hasta obtener una pasta, que no quede demasiado triturado.
Incorporar a la mezcla, el resto de los ingredientes, la sal, pimienta, pimentón y mezclar bien. Si queréis añadir alguna otra especie o ingrediente, ahora es el momento. Como al guiso de lentejas le añadí trigo sarraceno, cúrcuma y pimentón, entre otras cosas, no he añadido hoy nada más.
Ahora como toque final, se va incorporando poco a poco el pan rallado, removiendo hasta conseguir la consistencia deseada. Hay que obtener una masa lo bastante seca como para poder manejarla con las manos pero que no se rompa, no quede demasiado seca.
Ahora toca darle forma, para ello cogemos una porción, hacemos una bolita con las manos. Si no tienes molde, la vas aplastando con la mano hasta darle la forma y grosor que quieres.
Las puedes dorar el la sartén con un poco de aceite de oliva. Dale la vuelta despacio porque son un poco frágiles.
Yo las he servido hoy con guacamole, crudités de zanahoria y calabacín y pan de pita integral.
¡Buen provecho!
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